Acerca de Mauricio Figueiral


Mauricio Figueiral nace en la cálida madrugada habanera del día 16 de julio del año 1984 y cuenta Chavela, su mami, que desde el primer gritillo de aliento tras la respectiva nalgada, vislumbró su inclinación hacia el canto, con sus leves desafinaciones incluidas claro está…  Pero no fue hasta los siete añitos de edad que el Mauro comenzara sus primeras composiciones musicales, las cuales escribía en un cuaderno y memorizaba cada melodía, para luego maltratar a amiguitos y familiares con sus muy frecuentes interpretaciones.
  En la etapa del bachillerato encuentra la manera de canalizar sus inquietudes artísticas a través del aprendizaje de la guitarra, que ha venido formando parte fundamental de sus creaciones y presentaciones además de sus métodos de conquista para deslumbrar a muchachas bonitas con al menos alguito de sensibilidad… Durante su estadía en el ejército comienza a insertarse en el panorama trovadoresco habanero siendo fundador de un proyecto de muy jóvenes cantores llamado a la época La Séptima Cuerda  junto a Adrian Berazaín y Pedrito Beritán  entre otros. Desde entonces, además de graduarse como director de radio, cine y televisión en el instituto Superior de Arte(ISA), su carrera musical ha venido en un ascenso aplomado pero seguro, integrado a importantes instituciones del arte en Cuba como la Asociación Hermanos Saiz, el Centro Cultural Pablo de la Toerriente Brau, el Instituto Cubano de la Música, y sobre todo parques, malecones y cafecitos que a lo largo de toda la isla han sabido acoger y entender el discurso a veces guarachero y a veces intimista de este aún joven trovador cubano.
   Sin ser ostentoso no deja de contarnos que ha sido ganador del premio de musicalización de poesías “Del Verso a La canción” y el de “Una canción para Noel Nicola”, ambos promovidos  por el Centro Pablo y contando como jurado con prestigiosas figuras como Silvio Rodríguez y Víctor Casaus. Su primera maqueta sonora la realiza a los 18 años y decide titularla de manera muy apropiada a los dilemas de la edad: “Contra-adicciones.” Aparece añitos después en la más reciente antología de la trova cubana con varios de los cantores y hermanos de su generación en un fonograma llamado “Raspadura con Ajonjolí” grabado en el año 2008 con el sello EGREM. El siguiente año, para su sorpresa resultó también ganador con su más reciente disco titulado AGUA, del  Festival Cuerda Viva,  programa de televisión comprometido con la promoción de la música alternativa nacional. Ha tenido el privilegio de compartir escena con importantes exponentes de la canción cubana e internacional tales como Vicente y Santiago Feliú, Carlitos Varela, Frank Delgado, Gerardo Alfonso, Buena Fe, Lilia Vera, Alí Alejandro Primera, entre tantos otros no tan conocidos pero igual de inmensos y necesarios. Con sus canciones ha trascendido los escenarios nacionales para insertarse en la dinámica cultural latinoamericana en países como Ecuador y Venezuela, donde en este último ha formado parte de la llamada Misión Cultura Corazón  Adentro, desempeñándose como instructor de canto para niños y adolescentes en los barrios periféricos de la ciudad de Caracas durante todo el año 2009. Ufff….menos mal que no es ostentoso…
  Y por ahí va la historia de la vida artística de nuestro Mauri. Tiene como cielo hoy en día convertirse en una de las voces comprometidas de Latinoamérica que desnuden y enriquezcan sobre todo la esencia humana,  asumiendo junto a otros tantos, la banda sonora de los conflictos y las maravillas de su tiempo y de su gente.